Motívalo a explorar el mundo: ¡cultiven su propio jardín!

La jardinería puede ser un pasatiempo divertido y una gran manera para que los padres y los niños se entretengan aprendiendo sobre plantas e insectos o decorando pequeñas macetas.

Si tienes un pequeño jardín en el patio de casa, esta es la excusa perfecta para darle vida. Y si no, hazlo en macetas o cajones con tierra donde puedan plantar cosas. Comienza por mostrar a tus hijos cómo plantar semillas en macetas y asegúrate de elegir algo que sea adecuado para cultivar en interiores. Enséñale a tu hijo cómo cuidar sus nuevas plantas y que pronto serán recompensados con pequeños frutos. Sembrar semillas por primera vez, verlas crecer y dar cosecha es una experiencia fascinante para los niños. 

Y si te es difícil encontrar semillas, comiencen con un frijolito. Te aseguramos que este sencillo experimento asombrará a tu hijo tanto como si hubieran plantado un enorme árbol, pues para él será increíble ver crecer una pequeña planta. Se trata de ciencia, es cierto, ¡pero para él será como un acto de magia!

¿Cómo sembrar un frijol?

Cuidados:

• Motiva a tu hijo a mantener húmedo el algodón para que el frijol pueda crecer. Algunas gotitas de agua al día serán más que suficiente, pues el exceso de agua puede hacer que el frijol se pudra.
• Cuando la planta haya crecido, es decir, cuando el tallo sea más alto que el frasco, las raíces sean visibles y tenga hojas, será momento de sembrarlas.
• Usa una pequeña maceta que hayan decorado juntos y siembren ahí su pequeña planta.

¡No te olvides de la seguridad!

Los niños pueden encontrar todo tipo de cosas cuando juegan con tierra por lo que los adultos siempre deben estar cerca, especialmente para vigilar a los más pequeños. Asegúrate de enseñar a tus hijos buenas prácticas como lavarse bien las manos después de jugar en el jardín, ¡y diviértanse!